
Durante 16 años, el Instituto de Justicia de Alaska ha trabajado incansablemente para promover la justicia social, atendiendo a casi 7,000 habitantes de Alaska desde su creación en 2005. Aunque sus comienzos fueron humildes, los servicios que presta la organización, entonces conocida como Proyecto de Justicia de Inmigración de Alaska (Alaska Immigration Justice Project), fueron y siguen siendo indispensables.
Navegar por el sistema de inmigración de este país es un viaje peligroso. Las reglas son complejas y cambiantes, y la justicia avanza lentamente. Para aquellos cuyo primer idioma no es el inglés, especialmente
para quienes huyen de condiciones insostenibles y a menudo peligrosas en su país de origen, ajustar su estatus migratorio puede parecer una tarea insuperable. Muchas son víctimas de la trata de personas o de crímenes violentos y abusos sexuales.
Los abogados de inmigración Robin Bronen, Mara Kimmel y Jason Baumetz, entre otros, se enfrentaron a esta crisis de primera mano cuando trabajaban en lo que entonces se llamaba Programa de Servicios de Inmigración y Refugio (Immigration and Refugee Services Program) [ahora Programa de Asistencia a los Refugiados y Servicios de Inmigración (Refugee Assistance and Immigration Services Program)]. Cuando ese programa cerró en febrero de 2005, rápidamente se dieron cuenta de que la necesidad de la comunidad de asistencia jurídica de bajo costo o pro bono estaba floreciendo y simplemente no podía ser ignorada. Numerosos miembros de la comunidad y organizaciones asociadas les apoyaron en su esfuerzo por formar una nueva organización sin fines de lucro que sirviera a quienes necesitan desesperadamente su ayuda.