El Instituto de Justicia de Alaska (AIJ) es una organización sin fines de lucro dedicada a proteger los derechos humanos de los habitantes de Alaska. El objetivo de AIJ es trabajar con las comunidades nativas de Alaska y las agencias gubernamentales estatales y federales para diseñar y aplicar un proceso de reubicación dirigido por la comunidad y basado en los derechos humanos.

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Este artículo presenta estrategias de gobernanza e institucionales para los traslados de comunidades inducidos por el clima. En Alaska, los repetidos fenómenos meteorológicos extremos unidos a la erosión costera inducida por el cambio climático afectan a la habitabilidad de comunidades enteras. Los residentes de la comunidad y las agencias gubernamentales coinciden en que la reubicación es la única estrategia de adaptación que puede proteger vidas e infraestructuras. La reubicación de la comunidad pone a prueba la capacidad financiera e institucional de las instituciones de gobierno existentes. A partir de un análisis comparativo de tres comunidades de Alaska, Kivalina, Newtok y Shishmaref, que han optado por la reubicación, examinamos las limitaciones institucionales de la reubicación en Estados Unidos. Identificamos los cambios de política y los componentes de un conjunto de herramientas que pueden facilitar la adaptación basada en la comunidad cuando los eventos ambientales amenazan la vida de las personas y la protección en el lugar no es posible. Los cambios políticos incluyen la modificación de la Ley Stafford para incluir los procesos geofísicos graduales, como la erosión, en la definición reglamentaria de catástrofe y la creación de un marco de gobernanza adaptativa que permita a las comunidades un continuo de respuestas desde la protección en el lugar hasta la reubicación de la comunidad. Los componentes clave del conjunto de herramientas son el liderazgo local y la integración del bienestar social y ecológico en la planificación de la adaptación.

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Creación de un Marco de Gobernanza Adaptable basado en la Doctrina de los Derechos Humanos

El espectro de millones de personas que huyen de sus hogares a causa del cambio climático ha provocado un debate internacional sobre la creación de protecciones de derechos humanos para los refugiados climáticos. Aunque los eruditos y los periodistas se han centrado en el hemisferio sur, esta crisis se está produciendo con una rapidez sin precedentes en el Ártico. En Alaska, las temperaturas han aumentado al doble de la media mundial. El hielo marino del Ártico está disminuyendo y el permafrost se está descongelando. Estos fenómenos ecológicos están creando una crisis humanitaria para las 200 comunidades indígenas que habitan el Ártico desde hace milenios. Decenas de estas comunidades están amenazadas por la erosión acelerada por el clima, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos. Las respuestas tradicionales de prevención de riesgos y ayuda en caso de catástrofe ya no protegen a las comunidades a pesar de los millones de dólares gastados en el control de la erosión y la ayuda en caso de inundaciones. La reubicación de la comunidad es la única solución viable para proteger permanentemente a los habitantes de estas comunidades. Este artículo describe los pasos que los gobiernos federal, estatal y tribal han dado para reubicar a Newtok, una de las al menos doce comunidades indígenas de Alaska que necesitan reubicarse debido al cambio climático. Los desafíos políticos y prácticos para reubicar a la comunidad son enormes y demuestran claramente que es necesario diseñar nuevas instituciones de gobierno para responder específicamente a la reubicación inducida por el clima. Este artículo propone, en última instancia, la creación de unos Principios Rectores de la Climamigración que esbocen los principios clave de los derechos humanos que pueden guiar un marco de gobernanza adaptativa. Este marco, a su vez, permitirá a las agencias gubernamentales realizar la transición de su respuesta humanitaria de la protección en el lugar a la reubicación de la comunidad.

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Los fenómenos meteorológicos extremos, unidos al aumento del nivel del mar y a la erosión, harán desaparecer definitivamente las zonas costeras y ribereñas en las que la gente vive y mantiene sus medios de vida. La adaptación a estos cambios medioambientales, incluida la reubicación permanente de millones de personas, requiere nuevos instrumentos de gobernanza. En EE.UU., los gobiernos locales, a menudo con apoyo estatal y nacional, serán los principales responsables de proteger a los residentes de los impactos del cambio climático y de aplicar las políticas necesarias para proteger su bienestar. Los organismos gubernamentales disponen de diversas herramientas para facilitar la protección en el lugar y el retroceso costero gestionado, pero cuentan con herramientas muy limitadas para facilitar la reubicación de la comunidad. Además, en la actualidad no existe ningún mecanismo institucional para determinar si es necesario llevar a cabo una reubicación preventiva para proteger a la población de los impactos del cambio climático y cuándo. A partir de la investigación de cuatro comunidades nativas de Alaska amenazadas por los impactos ambientales inducidos por el clima, propongo el diseño y la implementación de un marco de gobernanza adaptativo para responder a la necesidad de reubicar a las poblaciones. En este contexto, la gobernanza adaptativa se refiere a la capacidad de las instituciones para responder dinámicamente a los impactos del cambio climático. Un componente de este marco de gobernanza adaptativa es una herramienta de seguimiento y evaluación socioecológica que puede facilitar la producción de conocimientos en colaboración por parte de los residentes de la comunidad y las instituciones de gobernanza para orientar las estrategias de adaptación sostenible y determinar si es necesario reubicarse y cuándo. El marco, incluida la herramienta de seguimiento y evaluación, no ha sido probado sistemáticamente. Sin embargo, el uso potencial de esta herramienta se discute a partir de ejemplos empíricos de comunidades de Alaska que se enfrentan a tasas de erosión aceleradas.

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El Instituto de Justicia de Alaska, en colaboración con la NOAA y la Comisión Científica de los Nativos de Alaska (Alaska Native Science Commission), celebró su primer Taller de Derechos, Resiliencia y Adaptación de Base Comunitaria en septiembre de 2016 en Anchorage, Alaska. El programa del taller de adaptación de 2016 fue diseñado por y para las 15 comunidades nativas de Alaska durante las reuniones del comité asesor celebradas varios meses antes del taller. El objetivo del taller era permitir que 15 comunidades nativas de Alaska comenzaran a diseñar un marco de gobernanza de la reubicación que protegiera sus derechos humanos. Las reubicaciones comunitarias inducidas por el clima son quizás el mayor reto en materia de derechos humanos de nuestro tiempo. Los que menos han contribuido a nuestra crisis climática son ahora los primeros en enfrentarse a la pérdida permanente de sus tierras y, por tanto, tienen que reubicarse. En la actualidad, ningún organismo gubernamental federal o estatal de Estados Unidos tiene el mandato o la financiación para poner en marcha un proceso de reubicación si una comunidad toma la decisión de reubicarse. Estas son las historias de 15 comunidades nativas de Alaska que están diseñando un proceso de reubicación dirigido por la comunidad.

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