El esfuerzo de seis años de científicos del clima y expertos en políticas tiene como objetivo llenar las lagunas de conocimiento sobre las emisiones que calientan el planeta y ayudar a las comunidades afectadas en Alaska. Por Henry Fountain
Científicos del clima, expertos en políticas y defensores de la justicia medioambiental anunciaron el lunes un importante proyecto para comprender mejor la contribución del deshielo del permafrost al calentamiento global y ayudar a las comunidades del Ártico a hacer frente a sus efectos.
Dirigido por el Centro de Investigación Climática Woodwell (Woodwell Climate Research Center), con sede en Massachusetts, el proyecto de 6 años de duración y 41 millones de dólares, llenará las lagunas existentes en la vigilancia de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del deshielo del permafrost en todo el Ártico, que actualmente es una fuente de incertidumbre en los modelos climáticos. El proyecto está financiado por donantes privados, entre ellos el filántropo multimillonario Mackenzie Scott.
Con el Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales (Belfer Center for Science and International Affairs) de la Universidad de Harvard y el Instituto de Justicia de Alaska (Alaska Institute of Justice), el proyecto también desarrollará políticas para ayudar a mitigar el impacto global de las emisiones del permafrost y, localmente en Alaska, ayudar a las comunidades nativas que luchan contra el deshielo del suelo y los problemas que surgen de él.
«Una buena parte de esto es ciencia», dijo Sue Natali, investigadora del permafrost, directora del programa Ártico de Woodwell y una de las líderes del nuevo proyecto, llamado Caminos del Permafrost (Permafrost Pathways). «Pero realmente, es importante para nosotros asegurarnos de que nuestra ciencia es realmente útil y utilizable donde se necesita»…